Los ataques malintencionados modernos están centrados en la
generación de ingresos, el robo de la propiedad intelectual y la degradación de
los sistemas dirigidos, lo que genera pérdidas financieras. Muchos de estos
atacantes modernos están patrocinados por estados nación con motivaciones
desconocidas y grandes presupuestos de terrorismo cibernético. Estas amenazas
pueden colarse en una compañía mediante algo tan simple como un mensaje de
correo electrónico y dañar de forma permanente su reputación en cuanto a la protección
de sus activos de software, así como tener un impacto financiero importante.
Windows 10 presenta una serie de características de seguridad nuevas que ayudan
a reducir un gran porcentaje de las amenazas conocidas actualmente.
Se calcula que se detectan más de 300 000 variantes de
malware nuevas a diario. Por desgracia, las empresas usan actualmente un método
anticuado para detectar este software infeccioso y evitar su uso. De hecho, los
PC actuales confían en que todo lo que se ejecuta hasta que las firmas
antimalware determinan la existencia de una amenaza; después, el software
antimalware intenta limpiar el PC (a menudo, una vez que ya se han notado los
efectos del software malintencionado). Este sistema basado en firmas se centra
en reaccionar ante una infección y en asegurarse de que esa infección concreta
no vuelva a producirse. En este modelo, el sistema que controla la detección de
malware depende de la detección del software malintencionado; solo de este modo
se puede proporcionar una firma al cliente para solucionar el problema, lo que
implica que el equipo debe infectarse en primer lugar. El tiempo entre la
detección de malware y el momento en que se emite una firma a un cliente puede
marcar la diferencia entre la pérdida de datos y mantenerse protegido.
Además de soluciones antimalware, existe una serie de
tecnologías de "lista blanca" disponibles, como AppLocker. Estas
tecnologías crean una instancia única, o reglas de admisión global o denegación
global para la ejecución de aplicaciones. Aunque se trata de una acción es más
preventiva que la detección basada en firmas necesita un mantenimiento continuo
importante. En Windows 10, estas aplicaciones son más eficaces al implementarse
junto con Microsoft Device Guard.
Device Guard acaba con el modelo actual de bloqueo tras la
detección y solo permite la ejecución de aplicaciones de confianza. Esta
metodología es coherente con la estrategia de prevención adecuada para la seguridad
de teléfonos móviles. Con Device Guard, Microsoft ha cambiado la manera en que
el sistema operativo Windows administra las aplicaciones que no son de
confianza, lo que dificulta que el malware atraviese sus defensas. Este nuevo
modelo de prevención frente a detección ofrece a los clientes de Windows la
seguridad necesaria para hacer frente a las amenazas modernas y, tras su implementación,
hace que la mayoría de las amenazas actuales queden totalmente obsoletas desde
el primer día.
Las características de Device Guard revolucionan la
seguridad del sistema operativo Windows al aprovechar las nuevas opciones de
seguridad basada en la virtualización (VBS) y el modelo de sistema operativo de
dispositivos móviles que no confía en nada, lo que dificulta en mayor medida
que el malware atraviese sus defensas. Gracias al uso de políticas de
integridad de código configurables, las organizaciones pueden decidir de manera
precisa las aplicaciones que pueden ejecutarse en su entorno. La integridad de
código configurable no está limitada a las aplicaciones de la Tienda Windows y
puede usarse con aplicaciones Win32 (firmadas o no), sin necesidad de reempaquetar
las aplicaciones. Además, la integridad de código configurable puede implementarse
a modo de característica individual si las organizaciones no cuentan con el
hardware necesario para Device Guard. Junto con la integridad de código,
Windows 10 aprovecha las características de hardware avanzado, como las
extensiones de virtualización de CPU, las unidades de administración de memoria
de entrada/salida (IOMMU), el Módulo de plataforma segura (TPM) y la traducción
de direcciones de segundo nivel (SLAT) para que los usuarios puedan disfrutar
de una seguridad moderna y completa. La implementación de Device Guard junto
con la integridad de código configurable y Credential Guard constituye una de
las implementaciones de seguridad del lado cliente más eficaces que las
organizaciones pueden desplegar hoy en día. En esta guía, encontrarás
información sobre las características individuales de Device Guard, así como su
planeación, configuración e implementación. Device Guard con la integridad de
código configurable se ha diseñado para su implementación junto con otras características
adicionales de mitigación de riesgos de Windows, como Credential Guard and
AppLocker.
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